UNA CHICA DE UNOS 23 AÑOS DE CABELLO MUY LARGO Y MUY NEGRO, CON UNA MALETA, ENTRA EN UN VOLKSWAGEN AZUL CIELO 1968, LE ABRE LA PUERTA UN CHICO GUAPO, DELGADO, DE CABELLO UN POCO LARGO, NEGRO, DE OJOS GRANDES, DE UNOS 25 AÑOS.
CHICO: ¿Segura?
CHICA: Nunca había estado más segura en toda mi vida.
CHICO: ¿No te arrepentirás?
CHICA: ¡Nunca! ¡Vámonos! ¡Este es el primer día del resto de nuestra vida juntos!
LA CÁMARA SIGUE AL AUTO EN SU TRAYECTO DE NOCHE POR LA CALLE EMPEDRADA Y BORDEADA DE ÁRBOLES.
AL DÍA SIGUIENTE. SE VE UNA RECÁMARA GRANDE Y MUY SOLEADA. EN PRIMER PLANO SE VE UNA CAMA DE LATÓN ANTIGUA CON UN EDREDÓN COLOR CREMA ACOLCHADO Y SOBRE ÉL UN VESTIDO DE NOVIA BLANCO, COLOCADO AHÍ CON CUIDADO. AL LADO DE LA CAMA SE VE UNA MESA CON UN JARRÓN DE VIDRIO Y FLORES BLANCAS: AZUCENAS O FRIXIAS. UNAS MANOS DE MUJER MUY CUIDADAS Y BIEN MANICURADAS TOMAN EL VESTIDO. LA CÁMARA SE ALEJA Y VEMOS QUE LA MUJER ESTRUJA EL VESTIDO Y LLORA.
MUJER: Luis, Luisa, sabría que algún día te alcanzaría. Ojalá esta decisión sea buena.
SE VE A LA JOVEN PAREJA DEL PRINCIPIO EN UN REGISTRO CIVIL FIRMANDO EL LIBRO. LA CHICA LLEVA UN VESTIDO BLANCO MUY SENCILLO Y EL CHICO VA CON UN SACO Y PANTALONES INFORMALES. INTERCAMBIAN ANILLOS Y SE ABRAZAN. LA CHICA ES NOTABLEMENTE EFUSIVA Y MUY ALEGRE.
SE VE QUE CORREN EN LA PLAYA, ELLA LE SALPICA CON AGUA, ÉL CORRE TRAS ELLA, BAILAN, COMEN, SONRÍEN A LA CÁMARA, SE BESAN A CADA RATO, SOBRE TODO ELLA LO BESA A ÉL Y ÉL ES MUY FELIZ. SE VE QUE SE BESAN EN EL CUARTO DEL HOTEL, ENTRE CORTINAS Y EN LA CAMA. FADE OUT.
APARECE LA LEYENDA: SEIS MESES DESPUÉS.
FADE IN EN UN DEPARTAMENTO GRANDE, BLANCO Y AZUL. EL MISMO CHICO VA AHORA DE TRAJE OSCURO, CAMISA BLANCA Y CORBATA AZUL DE MUY BUEN CORTE. DEJA UNA TAZA DE CAFÉ SOBRE UN MUEBLE DE MADERA JUNTO A LA PUERTA Y GRITA: ¡Luisa! ¡Amor, ya me voy! ¿No me das un beso?
LUISA, LA MISMA CHICA DEL PRINCIPIO, SALE EN SHORTS DE MEZCLILLA, DESCALZA Y CON UNA BLUSA BLANCA DE GASA CORRIENDO DE LA COCINA CON LAS MANOS LLENAS DE JABÓN.
LUISA:¡Ahí, voy, ahí voy! SE LANZA SOBRE EL CHICO Y LO BESA CON PASIÓN. Que te vaya bien en tu primer día. Mátalos.
CHICO: ¡Estás loca!
LUISA: Un poquito, sí. ¡MMMMMMMMMMUUUUUUA! CIERRA LA PUERTA TRAS EL CHICO.
LA CÁMARA SIGUE A LUISA POR LA CALLE Y LA VEMOS METERSE A UNA FARMACIA. SALE CON UNA BOLSA CON UN PASO LIGERO Y ALEGRE. LUISA ES UN POCO ANIÑADA EN SU EXCESIVA ALEGRÍA.
DE NUEVO LA ENTRADA DEL DEPARTAMENTO POR DENTRO. SE ABRE LA PUERTA Y ENTRA EL CHICO: ¿Luisa? ¿Luisa? ¿Dónde estás, cariño? ¿No me das mi beso? ¿No me preguntas cómo me fue?
SALE LUISA CON LA MISMA ROPA DE LA MAÑANA, LA MIRADA PERDIDA Y EL CABELLO CORTADO, TRAE TROZOS DE CABELLO EN LAS MANOS Y LAS PUNTAS DE LOS DEDOS LIGERAMENTE ENSANGRENTADAS. SE VE CONFUNDIDA, COMO SI NO CONOCIERA AL CHICO.
LUISA: ¿Tristán? ¿Eres tú? ¿Te gusta mi cabello? Ya no lo voy a poder usar largo. Mejor lo corté. No tiene caso. ¿Para qué? ¿Para qué? ¿Tristán? Hola, mi amor. ¿Cómo te fue? Y SE SUELTA A LLORAR EN LOS BRAZOS DE TRISTÁN.
TRISTÁN: ¿Luisa, qué te pasa? ¿Estás bien? Vamos al hospital.
TRISTÁN ENVUELVE A LUISA EN UNA GABARDINA Y LUEGO SE VE QUE VAN EN UN CARRO AZUL MARINO.
EN EL HOSPITAL LUISA APARECE PEINADA, TRANQUILA, UN POCO TRISTE, CONTRASTA CON SU ALEGRE ACTITUD ANTERIOR. TIENE LA GABARDINA DE TRISTÁN BIEN COLOCADA SOBRE SUS HOMBROS Y PRESTA MUCHA ATENCIÓN A LO QUE DICE EL MÉDICO DEL QUE SOLO SE VE LA ESPALDA.
MÉDICO: Felicidades, van a ser padres. De ahora en adelante hay que ser muy cuidadosos por esta pequeña criatura. Luisa, la enfermera Mary te va a tomar tus datos para abrirte un expediente y me voy a llevar a tu esposo para platicar un poco. Con permiso.
CIERRAN LA PUERTA Y PLATICAN EN EL PASILLO EL MÉDICO Y TRISTÁN.
MÉDICO: Al parecer el trastorno se ha manifestado de nuevo en Luisa. Comenzó a dar señales de padecerlo desde los 12 años. Al principio era ligero, se manifestaba en lo que parecían ser berrinches intensos y un poco difíciles de controlar. Pero conforme fue creciendo se agudizó su cuadro. Llegó al extremo cuando decidió fugarse contigo la noche anterior a su boda, pero todo pareció ir de maravilla hasta ahorita. Supongo que saberse embarazada fue lo que disparó esta reacción.
TRISTÁN: No sabía. Nunca imaginé... Luisa siempre fue muy alegre. Algo alocada, cierto, impulsiva, intempestuosa, en ocasiones enojona, pero nada fuera de lo normal. ¿Qué debo hacer? ¿Contrato a alguien que la cuide? ¿Llamo a su madre?
MÉDICO: No será necesario. La tendremos en observación aquí unos quince días. Al final te diremos qué procede. Evaluaremos si es necesario que se interne, que la cuide su madre, la enfermera especial Mary o si es suficiente con tomar su medicamento. La gran mayoría de las veces es suficiente con el medicamento. Por el bebé se le tendrá que ir retirando poco a poco, aprovecharemos ese tiempo para que ella se vaya acostumbrando a la idea y le vaya tomando cariño. Con paciencia y mucho cuidado lograremos sacarla adelante.
TRISTÁN: Gracias, Doctor. ¿Puedo verla ahora?
MÉDICO: Claro, por favor. Despídete y vuelve todos los días a verla. Eres la persona más importante para ella. Te quiere mucho, Tristán.
TRISTÁN ENTRA A VER A LUISA.
TRISTÁN: Hola, bonita. Te vas a quedar unos días para que te curen bien tus heridas, pero voy a venir a verte todos los días.
LUSIA: Sé la verdad, Tristán. Otra vez me alcanzó. Lo había mantenido alejado, era tan feliz, pero me dio miedo, ¿sabes? Saber del bebé... Estoy feliz, en serio. Quiero al bebé, pero me da miedo. ¿Y si se me cae? ¿Si se ahoga cuando lo baño? ¿Si se rompe por mi culpa? ¿Si se colgaba de mi cabello y se caía? Por eso me lo corte. Así lo podía ayudar. Así no se colgaría de él y no se caería. Ya crecerá cuando no se pueda colgar, ¿no crees?
TRISTÁN: Sí, mi amor, así lo ayudaste. Ahora tómate tu medicina y duerme. Tienes que comer para estar fuerte y cuidarlo bien. Yo te voy a ayudar.
LUISA: Sí me duermo, Tristán. Y mañana cuando despierte estás aquí. No debes dejar que me alcance, no de nuevo. Anda muy cerca, puedo sentirlo, pero no me va a alcanzar. Verás que no. No me voy a dejar. Por eso hoy lo corté.
TRISTÁN: Sí, ya no hay cabello que cortar.
LUISA: Y a él, a él también lo corté.
TRISTÁN ABRAZA A LUISA Y LE ESCURRE UNA LÁGRIMA.
